Eduardo Planchart Licea: una vida dedicada al arte latinoamericano
Hablar de Eduardo Planchart Licea es hablar de una sensibilidad cultivada, de una mente inquieta que hizo del arte un territorio para pensar, sentir y trascender. Para la FundaciĂłn Oswaldo Vigas, fue mĂĄs que un colaborador: fue un aliado intelectual, y, sobre todo, un amigo del maestro Vigas, con quien compartiĂł proyectos, conversaciones y una visiĂłn comprometida con el arte latinoamericano.
A lo largo de mĂĄs de cuatro dĂ©cadas, Eduardo Planchart forjĂł una trayectoria admirable como curador, escritor e historiador del arte. Su trabajo se desplegĂł en museos claves de Venezuela como el Museo de Arte ContemporĂĄneo de Caracas, la Fototeca de Barquisimeto y el Museo de la Estampa y del Diseño Carlos Cruz-Diez, pero tambiĂ©n alcanzĂł escenarios internacionales en MĂ©xico, Curazao, Francia y JapĂłn. MĂĄs de 90 exposiciones llevan su firma, no como un gesto de autorĂa, sino como un acto de mediaciĂłn generosa entre la obra y el espectador.
Su mirada no buscaba imponer significados, sino sugerir lecturas. TenĂa la rara habilidad de construir relatos curatoriales que respetaban la autonomĂa del arte sin renunciar a la profundidad crĂtica. En cada muestra, Eduardo abrĂa un espacio para el asombro, la memoria y el pensamiento.
Una amistad que se convirtiĂł en legado
La relaciĂłn entre Eduardo Planchart y Oswaldo Vigas fue una de esas afinidades que trascienden lo profesional. Ambos compartĂan una pasiĂłn por lo simbĂłlico, lo ancestral, lo mĂtico. Ambos entendĂan el arte como un lenguaje que conecta tiempo y espĂritu. No es casual que Planchart haya acompañado al maestro en mĂșltiples proyectos curatoriales y publicaciones, aportando siempre una lectura aguda, una escritura sĂłlida y una perspectiva capaz de poner en diĂĄlogo la obra de Vigas con las grandes preguntas de nuestro tiempo.
Desde la FundaciĂłn Oswaldo Vigas, esa colaboraciĂłn fue siempre profundamente valorada. Su presencia en nuestros archivos, catĂĄlogos y exposiciones no solo enriqueciĂł el contenido, sino que nos recordĂł el valor de una crĂtica comprometida, Ă©tica y humana.
MĂĄs allĂĄ del museo
Eduardo Planchart fue tambiĂ©n un prolĂfico ensayista, autor de mĂĄs de veinte libros sobre arte y pensamiento visual latinoamericano. Obras como Cristianismo y madera o Lo sagrado en el arte: la risa en MesoamĂ©rica, reflejan su interĂ©s por explorar el arte como expresiĂłn de lo sagrado, lo simbĂłlico y lo cultural. AdemĂĄs, incursionĂł en la narrativa con novelas como El Mago de la Niebla y Hacedor de Santos, donde la sensibilidad estĂ©tica se mezcla con lo filosĂłfico y lo literario.
Fue colaborador habitual de medios como El Universal, Ăltimas Noticias, AnalĂtica.com y Art Miami Magazine, desde donde mantuvo una voz activa en el debate artĂstico y cultural, siempre con un tono claro, respetuoso y profundamente informado.
Su legado nos acompaña
Para quienes hacemos vida en el mundo del arte venezolano y latinoamericano, Eduardo Planchart fue y seguirĂĄ siendo una referencia. Su trabajo nos enseñó que la curadurĂa puede ser un acto poĂ©tico, que el pensamiento crĂtico puede convivir con la emociĂłn, y que el arte debe ser comprendido en su contexto, pero tambiĂ©n celebrado en su misterio.
Desde la Fundación Oswaldo Vigas lamentamos profundamente su fallecimiento. Su partida nos duele, pero también nos compromete a seguir difundiendo su obra, estudiando sus aportes y reconociendo su lugar en la historia del arte de nuestra región.
A su familia, amigos y colegas, enviamos nuestras mĂĄs sentidas condolencias. A Eduardo, nuestro agradecimiento eterno por todo lo que nos dio. Su legado estĂĄ vivo en cada exposiciĂłn, en cada texto, en cada conversaciĂłn que siga naciendo a partir del arte.
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