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Fábrica de Cine, programa social del Circuito Gran Cine, forma 30 nuevos cineastas en temas de DDHH



La cuarentena establecida a escala mundial por el Coronavirus cambió el estilo de vida del planeta. La pandemia y sus trágicas cifras han puesto a la humanidad tras la puerta de su hogar. Y, al margen del alarmante panorama mundial, el cine, que tradicionalmente ha sido un entretenimiento de grandes pantallas, acompaña ahora al público en su resguardo. 

Dentro de este contexto, la fecha que se estableció para la cuarentena por el Covid-19 en Venezuela, coincidió con el lanzamiento de los cortometrajes documentales de la tercera edición del programa social Fábrica de Cine, promovido, desde 2017, por el Circuito Gran Cine. Y sucesivamente ha modificado la dinámica del proyecto por dos ediciones más: la cuarta y esta quinta edición que podrá ser apreciada por el público a partir del próximo viernes 29 de octubre de 2021, a través de las plataformas digitales de Gran Cine. En Instagram y Twitter: @gran_cine en YouTube y Facebook Circuito Gran Cine y en el sitio web www.grancine.net 



Producir películas documentales desde casa, con sesiones a través de la aplicación Telegram, envíos de materiales por correo y combinar eso con rodajes presenciales con extrema bioseguridad ha sido la dinámica seguida por todo el equipo encargado del programa y a su vez por los talleristas; a saber, Omar Mesones, director de este programa social, Juan Díaz, productor de las sesiones y Millicent Jiménez, coordinadora académica de Fábrica de Cine. Todo avalado y apoyado por la Junta Directiva de la organización encabezada por Bernardo Rotundo y María Helena Freitas, presidente y directora general, respectivamente, de Gran Cine y bajo la asesoría de Migdalia Muñoz e Iván Zambrano Bencomo. 

El rango de edades estimado para cada edición nunca ha sido excluyente de participantes que excedan el mismo. De hecho, en recientes ediciones Fábrica de Cine ha recibido participantes que rondan los 40 años de edad, aunque no es una cifra promedio de las edades de los talleristas el experimento siempre es interesante y satisfactorio. A la bioseguridad presencial, en esta edición, se sumaron participantes que no tuvieron la oportunidad de movilizarse de sus zonas de residencia, en el interior, del país, y, sin embargo, completaron sus películas. El resto de los participantes provino en esta ocasión de sectores como Pérez Bonalde, Catia, Filas de Mariche y otras localidades del estado Miranda. 

No menos importante es la participación del grupo de docentes que se han sumado a este proyecto, destacados en Derechos Humanos y Cine, y los organismos que hacen posible este sueño: el patrocinio de la Embajada del Reino de los Países Bajos y la alianza estratégica de la Alcaldía de Baruta, entre otros entes que han prestado su colaboración en cada edición de Fábrica de Cine, desde hace 5 años. 



Los Cortometrajes Fábrica de Cine V y sus temáticas

Crónicas del hambre, dirigido por Carol Guevara trata de las diversas asociaciones sin fines de lucro que han surgido para enfrentar las dificultades de alimentación que sufren muchos sectores de la población venezolana; la problemática del acceso a la gasolina, en un país paradójicamente productor de petróleo, es abordada en Esto no es normal, de Isabela Herradas y Matías Peñuela; la vulnerabilidad del personal médico ante el contagio de covid-19 es expuesta en Médico/Paciente, de Daniela Marín; distintas voces exponen la incertidumbre ante el porvenir de sus vidas en un país en crisis en Futuro in cierto, de Víctor Blanco; la desinformación, la falta de educación y orientación está muy presente en una sociedad cuyos jóvenes sufren las consecuencias a la hora de ejercer su sexualidad es lo que plantea Elizabeth Pauline Monsalve en A. Sex. Gúrate; finalmente el tema de la diáspora venezolana es abordado en Migración forzada, derecho a la identidad de Adriana Castillo.    


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